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Juanma Sánchez
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HISTORIA Y DIFUSION

Tamborilero - Crónica General de España, Siglo XV


1.-BREVE APROXIMACIÓN HISTORICA

A modo de breve reseña histórica, podemos decir que la flauta de tres agujeros está estrechamente relacionada con el Syrinx monocálamus griego, la Fístula latina o la Quesba griega. La antigua flauta doble latina formada por dos tubos individuales tocados a la vez uno con cada mano sería también muy semejante, aún se conocen casos, por ejemplo en Ibiza, de instrumentistas que tocan con dos pitos a la vez. Con posterioridad, la combinación flauta-tamboril era frecuente en Europa en la Edad Media en manos de juglares, como vemos en la siguiente foto, perteneciente a las Cantigas de Santa María, de Alfonso X "El Sabio", de mediados del S. XIII.

Miniatura de las Cantigas de Alfonso X el Sabio, s. XIII

A finales del medievo y principios del Renacimiento, es posible según García Matos que la flauta y el tamboril se incorporase a las capillas cortesanas y cuerpos de ministriles municipales. En la época de Carlos V y posteriores, el tamborilero era el que enseñaba las danzas y bailes en la corte, teniendo puestos privilegiados entre los servidores. Se puede afirmar que además, existían según Praetorius al menos tres tipos de flauta de tres agujeros para la música culta: discanto, tenor y bajo. Por otro lado, existirían otros tamborileros de menor clase social que eran los que prestaban sus servicios a los municipios en sus actos sociales (fiestas, procesiones, romerías...). Quizás de estos últimos tamborileros populares proceda el uso actual de la flauta y el tamboril en nuestras zonas rurales. En la fotografía inferior podemos ver una obra de Pedro de Berruguete con ángeles músicos datada sobre 1480.

Angeles músicos. Obra de Pedro de Berruguete - 1480 Flautas de tres agujeros tenor y bajo y tamboril, según "Syntagma Musicum" de Praetorius - 1618

También en América desde el siglo XV la flauta de tres agujeros sirvió para acompañar danzas cortesanas y bailes al aire libre.
En Europa, la flauta y el tamboril eran empleados en actuaciones ambulantes, torneos y acontecimientos de la nobleza. Más tarde, en los siglos XVI y XVII, serían utilizados fundamentalmente por las clases populares para la danza, pues un solo ejecutante podía tocar ambos instrumentos. Debajo podemos ver un grabado inglés del siglo XVII con un intérprete de flauta y tamboril (pipe and tabor) y un danzante de "Morris dance".

Morris Dance - Nine daies Wonder, 1600

Actualmente en Inglaterra se está recuperando de nuevo la flauta y el tamboril (Pipe and Tabor) para la música tradicional, pues en las primeras décadas del Siglo XX solo quedaba un ejecutante tradicional de "Whittle and Dub" en Oxfordshire. Gracias a la labor de folkloristas e investigadores como Kenworthy Schofield y Russell Wortley, se logró llevar a cabo la recuperación del instrumento, aprendiendo del modo de tocar del último "taborer", Joseph Powell, en las primeras décadas del pasado siglo.
En Francia, sigue siendo utilizada esta combinación de instrumentos en Provenza y Gascuña, así como en zonas pirenaicas sustituyendo en esta última zona el tamboril por el salterio de cuerdas.

2.-DIFUSION ACTUAL DEL INSTRUMENTO

En la actualidad, las zonas de mayor extensión de la flauta de tres agujeros son la franja oeste, siguiendo la ruta de la Plata, desde León hasta Huelva, y en Portugal desde Tras os Montes hasta el Algarve y la zona Pirenaica Aragonesa y vasca, además de la Isla de Ibiza. También se conocen casos de recuperación del instrumento tras años de olvido en Asturias y Guadalajara. El Txistu vasco es sin duda el mas avanzado de la familia, se fabrica de maderas duras como ébano o granadillo con virolas y boquilla metálicas, los fabricantes consiguen afinaciones casi perfectas y existe toda una familia de tamaños y tonos que tocan en bandas y agrupaciones de txistularis. Coexiste con la txirula, más pequeña y próxima a los modelos antiguos, hecha de maderas autóctonas y sin virolas, que está teniendo un resurgimiento frente su “hermano mayor” por los jóvenes músicos que buscan nuevos sonidos. En la zona pirenaica de Aragón pervive el chiflo, cuya principal característica es que se suele forrar con piel de serpiente y en vez de tambor se acompaña con el Chicotén, o tambor de cuerdas, caja de madera alargada provista de 6 cuerdas que se afinan de tres en tres y en intervalo de cuartas o quintas, éstas se golpean con una baqueta para llevar el ritmo. Este instrumento fue conocido en otros lugares de la Península, y parece ligado a celebraciones festivas en el interior de los templos. Cuando éstas se trasladan a zonas de exterior abiertas, el sonido del Chicotén se aprecia menos, siendo más conveniente para éstos casos el tambor. En Ibiza se conserva el pito Ibicenco, fabricado con madera de adelfa, que gracias a su médula blanda puede ser fácilmente perforado. Se decora con piezas metálicas y lo curioso es que según los instrumentistas emplean la mano derecha , la izquierda, o ambas. También en el ámbito insular, pero ya en las Islas Canarias, podemos encontrar éste tipo de instrumento. Parece ser que pudo llegar desde Andalucía, pues la flauta y el tamboril son muy parecidos a los de Huelva. Actualmente se utilizan para la danza de la festividad de S. Pedro en Güímar, al sur de Tenerife, aunque también se encuentran flautas similares en las islas más occidentales.

Extensión y focos geográficos de la flauta y el tamboril - Fuente: 'La Gaita y el Tamboril', A. Jambrina y J.R. Cid Cebrián

En León Zamora y Tras os montes se suele fabricar de madera de boj, sin virolas y torneando la zona de la embocadura con dibujos ornamentales. La Gaita Charra, de Salamanca, es aún muy utilizada y cada vez cuenta con más instrumentistas jóvenes que aprenden de los tamborileros más mayores. Se fabrica de encina con virolas de cuerno de vaca, la embocadura suele ser de madera o hueso y se conocen muchas formas, modelos y tamaños, quizás sea la zona, junto con Euzkadi, en que más arraigo tiene en la actualidad éste instrumento. Más al sur en Extremadura también se conservan diversos tipos de gaitas. La gaita extremeña casi ha desaparecido, debido al uso de gaitas charras por parte de los tamborileros, pero gracias a nuevos folcloristas y músicos está en proceso de recuperación. En Huelva, durante la Romería del Rocío, proliferan las gaitas rocieras, agudas , de tubo muy fino, acompañadas de grandes tambores, abren las procesiones y siguen las fiestas y romerías. Suelen tener la boquilla protegida por una pieza de cuerno. Lo curioso es que no se las ve el resto del año, aunque cada vez más, van tomando la posición de instrumento principal dentro del folclore de esa zona de Andalucía. La flauta de tres agujeros estaba muy extendida también por toda Galicia. En lugares como Vigo, Noya (Coruña) y otros, hay testimonios de la utilización de este instrumento por desgracia extinguido hace varias generaciones en esa zona de la península. En los años centrales del siglo XX, con la Industrialización y la masiva urbanización, la flauta de tres agujeros y el tambor o chicotén sufrieron un proceso de declive hasta casi su extinción, salvo en aquellas zonas en que se tomo como 'Instrumento típico', como les sucedió a muchos otros instrumentos y tradiciones. Por suerte, la creciente sensibilización hacia las culturas populares promueve su recuperación. Cada vez hay más músicos profesionales o aficionados que se acercan a éste instrumento, y parece que incluso en lugares donde se daba por perdido, comienza de nuevo a revitalizarse.


www.tamborileros.com - Juanma Sánchez 2001-2011